Es importante entender lo que la Biblia afirma acerca del evangelio. Pero, creo que también es importante señalar algunas cosas que se han confundido como parte del evangelio.
El evangelio de Jesus no es:
- Nuestro testimonio personal – Si somos de Cristo, el ha hecho una obra sobrenatural en nuestras vidas. El nos ha traslado de muerte a vida, del reino de tinieblas al reino de su amado Hijo. Y debemos contar lo que Dios ha hecho en nosotros. Pero, no confundamos nuestro testimonio con el evangelio. Lo que Dios ha hecho en mi vida no puede salvar a otra persona. Lo que Dios ha hecho en usted no puede salvar a otra persona. El medio por el cual Dios ha determinado salvar a los perdidos es la proclamación del evangelio. Recordamos que es el evangelio que “es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.” (Rom. 1:16) No dejemos de contar nuestro testimonio pero siempre con el fin de llegar de nuestro testimonio a la proclamación del evangelio.
- Una invitación a ir a la iglesia – Hay algunos que piensan que están ‘evangelizando’ cuando invitan a alguna persona a la iglesia. Aunque la invitación es buena (al igual que compartir nuestro testimonio), no confundamos esta invitación con compartir el evangelio. El asistir a la iglesia no salva a nadie. El escuchar el evangelio y creerlo es lo que salva. El riesgo de simplemente hacer la invitación a la iglesia es que rechacen la invitacion y no escuchen el evangelio (ni en la iglesia, ni en conversación). Que nuestra prioridad sea llevar el pecador a Cristo y no solamente a la iglesia.
- Mejoramiento personal – El mensaje del evangelio no llama al pecador a cambiar su vida por su propio esfuerzo. A menudo escucho a cristianos decir a personas que no son cristianas que deben dejar el alcohol, deben ir a la iglesia, deben dejar los bailes, deben ser mejores, deben dejar la fornicación, etc. Convierten el mensaje del evangelio a simplemente una lista de cosas que deben dejar. Piden que los que no son cristianos vivan una vida piadosa por sus esfuerzos, sin tener el Espíritu Santo. Eso es imposible. El evangelio invita a la persona a creer el testimonio de Dios acerca de Cristo para que el Espíritu habite en el/ella a fin de que sea transformado por el poder de Dios y no su propia fuerza.
- Prosperidad material – El evangelio afirma que todo aquel que cree en Jesús, recibe perdón de pecados, recibe vida eterna, es reconciliado con Dios, es declarado justo, recibe el Espíritu Santo y muchas otras bendiciones. El evangelio no promete sanidad fisica, prosperidad financiera, una casa más grande, un carro nuevo, hijos obedientes y otras cosas que muchos anuncian de los pulpitos. Muchos afirman promesas que Dios no ha hecho y por lo tanto Dios no está obligado a cumplirlas. Es un error igualar el evangelio a prosperidad terrenal. Creemos que Dios es soberano y puede prosperar a personas materialmente pero esto no es prometido en el evangelio. Debemos tener esto bien claro para no ser decepcionas por un evangelio diferente.
Por que es importante identificar lo que no es el evangelio? Porque corremos el riesgo de anunciar otro evangelio. El apóstol Pablo nos ayuda a entender la gravedad de cometer este error. Dice a los de Galacia: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” (Gal. 1:8-9). Anatema se puede traducir ‘maldito’ y habla de destrucción en el infierno. El evangelio es poderoso, precioso, perfecto y se debe proclamar con precisión. Errar en su contenido es peligroso.